sábado, 17 de octubre de 2009

Jovenes y política

Hace unos días, sentado en la casa de una amiga estábamos hablando acerca de la reelección y si no hubiera (que seguro la habrá) por quien votar. Desde el principio de la conversación se hizo notar que la mayoria estaban a favor de la misma, aunque no todos compartían la misma posición.

Con el transcurso de la charla, muchos se fueron aburriendo y se fueron aislando del sitio donde estábamos sentados para salir de la conversación. Algunos oían nada más, sin dar opiniones ni juzgar a quien las decía. Otros si dieron sus puntos y se mantuvieron firmes en su posición a lo largo de la charla. Pero el tono cambiaba por parte de quienes estában a favor de la reelección, pasando de ser un tono amigable y expositor de ideas para volverse un tono de orden e intentar hacer cambiarse de “bando” a quienes no compartian sus mismos puntos de vista.

Solamente un par de personas de las que iban en contra de que volvamos a tener al mismo Presidente otra vez llegaron al mismo punto que los que estaban a favor. Cambiaron su tono y actitud hacia la conversación que empezó por algún comentario fuera de lugar un rato antes.

Mientras más pasaba el tiempo y cada vez menos personas seguían en el círculo donde estaba la discusión, la falta de argumentos de los dos lados iba haciéndose notar. Ya la conversación era más pausada, no tenía la misma chispa que al principio. Las mentes empezaron a dispersarse y algunos de los que aun estaban sentados junto con el de al lado empezaban a hablar de otras cosas.

Los pocos que llegaron hasta el final y no dejaron de hablar acerca de la reelección eran jóvenes (economistas, abogados y periodistas) muy interesados en este tema, a quienes se les notaba el estudio acerca del mismo y su activa participación alrededor de éste por el manejo de argumentos que presentaban sin casi repetir ninguno.

Pero el final de esto no es mostrar como los jóvenes están interesados y se preocupan por la política, sino lo dispersos y englobados que pueden llegar a ser. Una conversación que empezó siendo política y con una amplia exposición de ideas de alrededor de unas 9 personas, termino en que al menos 5 iban a encontrarse el lunes para ir a comprar las boletas para un concierto que hay en noviembre. Los demás siguieron hablando, pero sobre la ex novia de uno porque se acordaron de algo que dijo algún día acerca de la reelección.

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